POR QUÉ LA ÓSMOSIS ES LA SOLUCIÓN PARA UN AGUA DE CALIDAD
La hidratación de nuestro organismo es fundamental para que se desarrollen correctamente muchos procesos relacionados con la salud.
El agua permite que nuestro organismo realice la mayor parte de sus funciones vitales. Tres cuartas partes del cerebro y el corazón se componen de agua, más del 80% de los pulmones y más del 92% de la sangre es agua. El agua transporta nutrientes y oxígeno a todas las células de nuestro cuerpo.
Aunque no hay consenso sobre la cantidad de agua que debemos beber, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir entre un litro y medio y dos litros al día. Teniendo en cuenta la importancia del agua para nuestro organismo, ¿no deberíamos para atención a la calidad del agua que consumimos?
La calidad del agua para el abastecimiento a la población se controla desde los embalses, ríos y pozos, continúa durante su tratamiento en las estaciones de agua potable (ETAP) y a través de su paso por la red de distribución hasta que llega al consumidor.
En todos estos puntos se recoge muestras de agua que, posteriormente, se analizarán en laboratorio. Con las técnicas adecuadas, los técnicos analizan los parámetros necesarios para comprobar que el agua es apta para consumo humano. Ejemplos de dichos parámetros son el olor, sabor, color, turbidez, conductividad, pH, amonio, bacterias coliformes, E. Coli, cobre, cromo, níquel, hierro, plomo, cloro libre residual o cloro combinado residual.
En el hogar podrás controlar la calidad del agua que consumes con un equipo de agua osmotizada. La calidad de las aguas de consumo está regulada en todos los países de la UE por la Directiva 98/83/CE y, en España, a través del artículo RD 140/2003
Para que un agua se considere potable, debe cumplir el análisis de 56 parámetros de sustancias tóxicas, entre ellos bacterias. Si bien, aunque 56 parámetros parecen una cifra de análisis exigente, el agua potable puede contener algunas de las siguientes sustancias:
Aluminio
Es un componente natural del agua, debido principalmente a que forma parte de la estructura de las arcillas. Puede estar presente en sus formas solubles o en sistemas coloidales, responsables de la turbidez del agua. Las concentraciones altas de aluminio confieren un agua con un pH bajo.
Mercurio
Es un metal pesado muy tóxico para el ser humano. En el agua, se encuentra principalmente en forma inorgánica, que puede pasar a compuestos orgánicos por acción de los microorganismos presentes en los sedimentos. De estos, puede trasladarse al plancton, a las algas y, sucesivamente, a los organismos de niveles tróficos superiores como peces, aves rapaces e incluso al hombre.
Plomo
Su presencia en aguas superficiales generalmente proviene como consecuencia de vertidos industriales. En instalaciones antiguas, la mayor fuente de plomo en el agua de red proviene de las tuberías de abastecimiento y de las uniones de plomo.
Hierro
Por lo general, las proporciones en las que se encuentra en las aguas naturales no produce trastornos en la salud, pero sí puede afectar el sabor del agua. También puede formar depósitos en las redes de distribución y causar obstrucciones, así como alteraciones en la turbidez y el color del agua.
Fluoruro
Elemento esencial para la nutrición del ser humano. Su presencia en el agua de consumo a concentraciones adecuadas combate la formación de caries dental, principalmente en los niños. Sin embargo, si la concentración de fluoruro en el agua es alta, podría generar “fluorosis” y dañar la salud.
Cobre
La corrosión de las cañerías de viviendas, la erosión de depósitos naturales y el sulfato de cobre que se aplica para controlar las algas en plantas de potabilización puede provocar la existencia de dicha sustancia en el agua de red. En concentraciones muy altas provoca un sabor muy desagradable en el agua.
Sulfatos
Son un componente natural de las aguas superficiales y, en general, no se encuentran en concentraciones que puedan afectar a su calidad, pueden provenir de la oxidación de los sulfuros existentes en el agua.
Los sulfatos de calcio y magnesio contribuyen a la dureza del agua. Un alto contenido de sulfatos puede proporcionar sabor amargo al agua y podría tener un efecto laxante, sobre todo cuando se encuentra presente el magnesio. Cuando el sulfato se encuentra en concentraciones excesivas le confiere propiedades corrosivas.
Nitritos y nitratos
Las concentraciones altas de nitratos generalmente se encuentran en el agua en zonas rurales por la descomposición de la materia orgánica y los fertilizantes utilizados. Si un recurso hídrico recibe descargas de aguas residuales domésticas, el nitrógeno estará presente como nitrógeno orgánico amoniacal, el cual, en contacto con el oxígeno disuelto, se irá transformando por oxidación en nitritos y nitratos. Este proceso de nitrificación depende de la temperatura, del contenido de oxígeno disuelto y del pH del agua.
El ion nitrito es menos estable que el ion nitrato. Es muy reactivo y puede actuar como agente oxidante y reductor, por lo que solo se encuentra en cantidades apreciables en condiciones de baja oxigenación. Esta es la causa de que los nitritos se transformen rápidamente en nitratos y que, generalmente, estos últimos predominen en las aguas, tanto superficiales como subterráneas. Esta reacción de oxidación se puede efectuar en los sistemas biológicos y también por factores abióticos.
¿Cómo afecta a la salud el nitrato? El nitrato reduce la capacidad de los glóbulos rojos para llevar oxígeno. En la mayoría de los adultos y niños, estos glóbulos rojos se normalizan rápidamente. Sin embargo, en los lactantes, los glóbulos rojos pueden demorar más tiempo para normalizarse. Los lactantes que beben agua con altos niveles de nitrato (o comen alimentos hechos con agua contaminada con nitrato) pueden desarrollar una enfermedad seria debido a la falta de oxígeno. Esta enfermedad se llama metahemoglobinemia o “síndrome del bebé azul.” Algunos científicos piensan que la diarrea puede empeorar este problema.
Arsénico
El arsénico es un elemento químico cuyo símbolo es As de color blanco-plateado cristalino y semi-metálico. Peso atómico 74.922 g / mol. Número atómico 33.
Es inodoro e insípido. Entra en el agua potable de los depósitos naturales de la tierra o de las prácticas agrícolas e industriales.
Efectos no cancerosos pueden incluir engrosamiento y decoloración de la piel, dolor de estómago, náuseas, vómitos; diarrea; entumecimiento en las manos y los pies; parálisis parcial; y la ceguera. El arsénico se ha relacionado con el cáncer de la vejiga, los pulmones, la piel, los riñones, las vías nasales, el hígado y de próstata.
La EPA (Environmental Protection Agency) de los Estados Unidos, ha establecido la norma de arsénico del agua potable en 0.010 partes por millón (10 partes por mil millones) para proteger a los consumidores de los sistemas públicos de los efectos de largo plazo, la exposición crónica al arsénico.
Pueden leer el documento y que el lector juzgue por sí solo. Un equipo de ósmosis inversa doméstica con certificado UNE, certificado por los 2 únicos laboratorios que realizan estos certificados en España (Oliver Rodés y Stenco) que trabajan para Aquaespaña junto con el Ministerio de Sanidad y Consumo, elimina estos compuestos químicos creando un agua libre de contaminantes, por mi pequeña cantidad que haya, y poder tener un agua de calidad para el consumidor. Todos los equipos de Fuente de Vida y Salud contienen este certificado.
Etapas de la ósmosis
Como actuaría la ósmosis sobre estas sustancias, sabiendo que sus etapas, son las siguientes:
1ª Etapa. Filtro de sedimento (Certificado por la UNE)
En primer lugar, el agua procedente del grifo pasa por un filtro de sedimento de 5 micras, para que os hagáis una idea, es la veinteava parte del diámetro de un cabello. Fabricado de un tejido de polipropileno de alta calidad. Este filtro tiene un alto número de microporos abiertos, los cuales permiten una absorción especialmente eficaz de impurezas en toda la superficie: arena, limo, partículas de óxido y cualquier impureza en suspensión.
2ª Etapa. Filtro de carbón activado (Certificado por la UNE)
El filtro de carbón activado está fabricado de un carbón granulado de alta calidad que tiene una superficie especial de poro grande cuya misión es eliminar las partículas de cloro, olores, sabores, fenol y otros contaminantes orgánicos del agua del grifo. De esta forma se consigue un excelente sabor del agua.
3ª Etapa. Filtro combinado CTO de carbón activado (Certificado por la UNE)
En la tercera etapa, el agua pasa por un filtro fabricado de polvo de carbón activado que tiene una superficie muy áspera, con muchas cámaras y canales diminutos, las cuales consiguen reducir o eliminar las partículas de cloro, pesticidas y todo tipo de impurezas orgánicas que podrían ser perjudiciales para el organismo.
4ª Etapa. Membrana semipermeable (Certificado por la UNE)
La cuarta fase del proceso está protagonizada por una membrana semipermeable, la cual es capaz de eliminar el 99% de todos los elementos disueltos en el agua del grifo: bacterias, herbicidas, fungicidas, nitratos, uranio, metales pesados de todo tipo, residuos de medicamentos, etc.
5º Etapa. Post Filtro GAC o Remineralizador (Certificados por la UNE)
En la última etapa, un post filtro, que contiene un carbono activado granulado de origen vegetal filtra el agua almacenada en el tanque de reserva, asegurando un sabor agradable y estimulante, con posibilidad de utilizar un remineralizador de carbonato cálcico y óxido de magnesio alimentarios, para que el agua sea lo más diurética posible manteniendo el ph óptimo del agua.